Psicomotricidad
Práctica Psicomotriz Educativa
La Psicomotricidad impartida en nuestras escuelas está fundamentada en "La práctica psicomotriz educativa de Bernard Aucouturier". Dicha práctica está basada en la comprensión de la persona a través de la interpretación del lenguaje que expresa y manifiesta el cuerpo y el movimiento, desarrollando una propuesta educativa que parte de la contextualización de un espacio en el que los niños y las niñas puedan expresar su imaginario, entendido éste como la construcción inconsciente de su “historia profunda”, a través de las acciones de las vivencias realizadas desde el nacimiento, y experimentadas en un contexto relacional, formado por ellos mismos, los profesionales que actúan como referentes afectivos, el espacio, el tiempo y los objetos y construyendo su imaginario a través de la acción, siendo a la vez su imaginario uno de los motores más significativos de esa acción.
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En esta práctica, además de destacar la importancia de la acción, también se concede un papel fundamental al cuerpo, al que se le considera como el depositario y expresión de una doble interacción: el imaginario se va grabando en el cuerpo y el cuerpo luego lo expresa, a través de lo que Aucouturier llama la expresividad motriz.
Bernard Aucouturier
Sesión de Psicomotricidad
Es en la sesión de psicomotricidad, donde el niño y la niña encuentran un lugar privilegiado para manifestar su expresividad motriz.
En ella, podemos ver sus producciones, sus manifestaciones, su gestualidad, sus posibilidades motrices, su relación con el espacio y el tiempo.
El descubrimiento de la infraestructura simbólica de todas estas acciones espontáneas y el impacto emocional y afectivo que llevan consigo, son competencia del educador, quien debe saber relacionar el significante con el significado dando una respuesta adaptada a sus producciones, puesto que conoce que los gestos tienen un significado y el niño y la niña a través de ellos nos manifiestan su inconsciente, sus carencias, sus posibilidades, etc.
“Solamente jugando, el niño es capaz de ser creador y utilizar su personalidad a plenitud”.
Bernard Aucouturier